El
TAC o escáner es una técnica de rayos X que permite ver el interior
del organismo. Funciona gracias a la entrada simultanea de muchos haces de rayos
desde diferentes ángulos. Éstos se absorben de diferentes maneras
según la densidad de los tejidos. Los menos densos, como los pulmones,
aparecen de color más oscuro, mientras que los más densos, como
los huesos, se ven de color blanco.
Un ordenador usa toda esta información
para calcular la densidad relativa de los tejidos explorados y ofrece una imagen
en dos dimensiones en blanco y negro de diferentes cortes transversales
del cuerpo.
Para ver mejor las imágenes, a veces se utiliza contraste
que se puede pinchar por la vena y/o tomarse por la boca. Esta sustancia
puede dar reacción a alguna persona por eso, si es alérgico, tiene
que decirlo antes de hacerse la prueba. Si después de la misma nota algún
síntoma raro como picores, calor, malestar, etc. debe informar de lo que
le está ocurriendo.
En raras ocasiones, el contraste puede producir
insuficiencia renal, especialmente en pacientes con diabetes o con enfermedades
renales. Para evitarlo, puede usarse un suero con algún medicamento que
protege del daño renal. Se le informará si usted tiene riesgo de
este problema y si debe usar el tratamiento preventivo. En cualquier caso, después
de hacerse la prueba procure beber abundantes líquidos para eliminar
mejor el contraste.
La máquina del TAC parece un túnel, con
una camilla en la parte central donde se coloca el paciente. Hay que estar quieto
mientras dura el examen para que las imágenes sean de buena calidad. Suele
tardar sólo unos minutos en hacerse pero, en algunas ocasiones,
puede prolongarse hasta media hora. Los técnicos que hacen la prueba están
en la habitación de al lado, le ven a través de un cristal y puede
comunicarse con ellos si es necesario.
La cantidad de radiación
que se usa en cada prueba es pequeña, pero podría ser perjudicial
para un feto, por lo que si usted está embarazada tiene que informar
al médico. Si duda, debe hacerse una prueba antes. Siempre acuda a realizarse
el TAC en ayunas (sin comer ni beber nada entre las seis y las ocho horas previas).
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundosalud/especiales/2007/11/tecnologia/pruebas_imagen/tomografia.html
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003330.htm
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